¿Por qué se habla del tiempo? Porque lo conocemos y sabemos cómo hablar de ello. Lo mismo ocurre con las marcas. Hablamos y pensamos en marcas con las que tenemos experiencia, que conocemos y que forman parte de nuestra vida cotidiana.
Al igual que el tiempo puede ser hermoso y soleado, pero también nublado, lluvioso y malo, lo mismo puede ocurrir con la imagen de una marca. Al igual que el tiempo bonito y soleado, la gente quiere marcas amables, de calidad y buenas, así que cuando compramos, elegimos marcas en las que confiamos, que tienen una reputación y que destilan un estilo de vida y una filosofía que nos inspiran y con las que podemos identificarnos.
La empresa Profitmark.es siempre llevará a cabo un registro de marca para usted.
Aunque la marca no lo es todo, está muy cerca de serlo. Innumerables estudios y ejemplos del mundo empresarial demuestran que una marca fuerte y consolidada genera beneficios y aumenta el valor de una empresa.
Por ejemplo, la marca Coca-Cola vale la friolera de 167.000 millones de dólares (esa es la diferencia entre sus activos reales -15.000 millones- y el valor de mercado reconocido de sus acciones). Los creadores de la marca Coca-Cola, a base de repetir apelaciones emocionales a lo largo de los años y de transmitir el sueño americano, sus valores, su personalidad y su estilo, han conseguido crear una de las marcas más fuertes y deseadas del mundo a partir de agua «azucarada» con una identidad propia y reconocible en todo el mundo.
La marca Coca-Cola, en su significado, mensaje y valor, es sin duda uno de los mayores logros del marketing moderno.
Por desgracia, los cementerios del mundo empresarial están demasiado llenos de emprendedores con grandes ideas que fueron realmente algo especial y novedoso en su día y, sobre todo, mucho mejor que la competencia.
Convencidos de la superioridad de sus productos o servicios, los empresarios invirtieron mucha energía y capital en ellos y los lanzaron al mercado con gran entusiasmo y expectativas. Esperaban el éxito y el reconocimiento, pero en contra de sus expectativas experimentaron una desagradable sorpresa porque, a pesar de sus esfuerzos y empeños, el mercado no estaba dispuesto ni ansioso por aceptar sus brillantes ideas. Algunos desistieron, pero muchos, convencidos de sus ideas, perseveraron, desarrollando más y más modelos, derivados y mejoras, pero el mercado seguía frío.
Tras años de intentos infructuosos, negativas y sacrificios, lo perdieron todo: la salud, la familia, el dinero y la fe. Dejaron el mundo empresarial con una sola pregunta: «¿Por qué no tuve éxito?».
Cuando entraron en el mercado, olvidaron que tener un buen producto no lo es todo. Un servicio o producto de calidad es sólo el núcleo al que hay que dar vida. La empresa, el producto o el servicio necesitan un nombre adecuado, un embalaje, una personalización y un estilo. Todo ello con el objetivo de presentarse de una manera que atraiga a los clientes potenciales.escrito en la piel y en el corazón .
Contrariamente a lo que creen muchos empresarios, un cliente dista mucho de ser un simple usuario inteligente. La decisión de compra suele ser completamente emocional e incluso irracional y contraria a las expectativas.
Es muy probable que nadie compre un Mercedes simplemente porque sea el mejor coche y el más rápido, sino porque expresa su estilo, valores, estatus, reputación, deseos y demás. Aunque el hombre es una criatura social, le sigue gustando ser él mismo, diferente, algo especial.
Mercedes lo entiende muy bien, por eso no puso la estrella Mercedes en su pequeño Smart. El Smart es un coche demasiado pequeño para encajar con la identidad de Mercedes.
Si un empresario quiere tener éxito frente a un flujo cada vez mayor de bienes y sustitutos idénticos y una demanda cada vez más exigente, necesita diferenciar sus servicios y productos de la multitud, sacarlos del anonimato y establecerse en el mercado.
Necesita destacar entre la multitud, crear una marca fuerte y penetrante y convertirse en alguien .
Qué aporta una marca a una empresa
Una marca fuerte permite, entre otras cosas, fijar y mantener precios elevados, lo que conlleva un aumento de los beneficios, estimula la demanda, es una fuente de poder de negociación, favorece la ampliación de la gama de productos y la introducción de nuevos productos y abre la puerta a nuevos clientes y nuevos mercados.
Además, facilita la planificación de la producción y las ventas en la empresa, lo que crea una base de clientes relativamente permanente gracias a la fidelidad a la marca e incluso permite a la empresa evitar gran parte de sus costes de marketing.
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